- En Loreto, cerca de 113 casos de conflictos pesqueros fueron identificados en las cuencas de los ríos Marañón, Ucayali y en el canal central del Amazonas durante el 2019.
- Luego de un trabajo de 4 años, en un esfuerzo conjunto entre Wildlife Conservation Society (WCS) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), presentan aprendizajes sobre su gestión a partir de 5 experiencias prácticas.
- El encuentro contó con la participación de 50 representantes de distintas instituciones del Estado, Sociedad Civil y comunidades ribereñas.
Este lunes 11 de diciembre, WCS y USAID, en el marco de su proyecto Mitigación de Conflictos Pesqueros en Loreto, presentaron, luego de 4 años de trabajo, una serie de aprendizajes a partir de 5 experiencias prácticas que permitieron conocer, analizar y abordar las causas subyacentes que originan los conflictos pesqueros en la región Loreto, generando información acerca de esta problemática y las pesquerías, y creando espacios de diálogo y apoyo técnico para su manejo y solución, involucrando, donde es necesario a las autoridades nacionales y regionales. Esto con el fin de garantizar la sostenibilidad de la actividad pesquera y la conservación de la diversidad acuática amazónica.
Y es que la actual competencia por la extracción de peces, vinculada a distintos factores sociales y ambientales como a la disminución en la cantidad y tamaño del recurso, está generando conflictos entre pescadores sobre cuándo, cómo, dónde y en qué cantidad pescar. Tan solo en el 2019 (antes de la pandemia), WCS identificó 113 casos de conflictos pesqueros en la región Loreto.
Por ello, a partir del evento “Resultados y aprendizajes. Camino hacia la mitigación de los conflictos pesqueros en Loreto” se presentó una serie de logros y aprendizajes en base al trabajo con 5 casos prácticos, que permitirán a la sociedad civil y al Estado peruano prevenir, manejar o mitigar los demás casos de conflicto pesquero que existan en la región.
A partir de los cinco casos trabajados, se pudo distinguir algunas condiciones intrínsecas de la situación y las partes en conflicto que son necesarias para llegar a acuerdos, requiriendo la existencia de un claro liderazgo en cada una de las partes, donde el líder o la lideresa genuinamente busque lo mejor para el grupo a quien representa. Por otro lado, es necesario que los actores en conflicto reconozcan que tienen un problema que es común a todas las partes involucradas y tengan interés en buscar una solución. Además, es necesario que no haya habido amenazas o antecedentes de violencia y por lo tanto los actores puedan negociar de forma segura; de lo contrario se requerirá de la presencia de alguna autoridad que pueda garantizar la seguridad de las partes en la negociación y posteriormente, el cumplimiento de los acuerdos. Algo similar ocurre con las relaciones de poder, idealmente se esperaría que las relaciones de poder no sean demasiado asimétricas para poder establecer un diálogo abierto y equitativo: en la práctica ciertos desbalances de poder se pueden manejar durante las negociaciones, por ejemplo, estableciendo lugares de negociación neutrales o con la presencia de autoridades respetadas por ambas partes. Sin embargo, en casos en que la asimetría es muy marcada, es probable que se necesite de una mayor intervención de las autoridades para hacer cumplir la legislación.
Por otra parte, fue importante conocer qué acciones han sido las más optimas para que una autoridad priorice el tema de las pesquerías en la Amazonía, para la cual queda claro que no se trata de una estratégica única de incidencia. En base a la experiencia desarrollada por el proyecto, se han identificado 3 estratégias articuladas. El desarrollo y uso de materiales de comunicación que presenten información técnica de distintas formas prácticas y asequibles para informar a los funcionarios públicos que toman decisiones y generar interés en el problema. Ello como antesala de acciones de incidencia directa desde la población local (el principal actor perjudicado por los conflictos pesqueros). Asimismo, el trabajo coordinado entre actores de la sociedad civil organizada y del gobierno convencidos de la necesidad de realizar cambios en el marco normativo también fue una estrategia empleada, pero que por ser un proceso más lento, requiere de más tiempo para conocer su eficacia. Estos son alguno de los aprendizajes, los cuales se presentan con más detalle en este resumen, como respuesa a cinco preguntas planteadas a partir de la teoría de cambio que sustentó la intervención de este trabajo.
Con respecto a los resultados más resaltantes se muestra el trabajo con las autoridades, en la que 17 organizaciones y alrededor de 300 personas, entre ellas la Dirección Regional de Producción de Loreto, Capitanía de Puertos, Policía Nacional, se involucraron activamente en el proceso, contando con mejor comprensión de las amenazas a los recursos pesqueros, los conflictos pesqueros y el papel de la reglamentación de la actividad, que se plasmaron a través de compromisos para mejorar la vigilancia y control. Además, se ha logrado una mejora en los sistemas de control y vigilancia pesquera de las instituciones gubernamentales, gracias a las actividades de fortalecimiento de capacidades brindadas a los funcionarios públicos y al desarrollo y uso de materiales de apoyo, como la guía de identificación de especies prohibidas listadas en el Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) y la guía práctica de las normas que rigen la actividad pesquera en la Amazonía.
Además, durante estos 4 años se trabajó también junto a los actores que formaron parte de los 5 casos prácticos, logrando que 92 pescadores se formalicen en su actividad, lo cual les permitirá desarrollar su actividad de manera legal y responsable. Asimismmo, en 3 de los casos se firmaron acuerdos entre las partes , mientras que en los otros 2, las autoridades intervinieron sobre los actores que trabajan ilegalmente. También se reforzaron las capacidades de liderazgo y resolución de conflictos de los pescadores a través de un Programa de Fortalecimiento para que puedan tener mayores herramientas de negociación. Para reforzar el buen manejo de los recursos pesqueros, en 5 comunidades se logró la conformación de comités locales de vigilancia pesqueros (COLOVIPAS), las cuales son reconocidas por la Dirección Regional de la Producción de Loreto (DIREPRO-L) para vigilar el cumplimento de los acuerdos entre las comunidades, garantizando la pesca responsable en sus territorios.
Estos resultados fueron compartidos con los 38 representantes de instituciones públicas y 17 miembros de comunidades que formaron parte de los casos piloto, quienes asistieron al evento. Asimismo, como parte de las presentaciones, los representantes de las comunidades Chingana, Santa Elena y Huaysi dieron a conocer las problemáticas, acciones realizadas y acuerdos a los que llegaron en sus comunidades para disminuir estos conflictos pesqueros.
Durante la presentación se organizó un espacio de diálogo entre instituciones pesqueras como la Dirección Regional de la Producción de Loreto (DIREPRO-L), la Gerencia Regional de Desarrollo Económico (GRDE), el Consejo Amazónico para el Desarrollo de la Acuicultura, Pesca y Mypes en el Perú (CADAP) y la Prefectura de Loreto.
Sheyla Cevillano Patow, directora de la DIREPRO Loreto, resaltó el compromiso que tiene la institución para gestionar esta problemática. “Los conflictos se presentan todos los días, no solo en pesca de consumo sino, también, en pesca ornamental, en la acuicultura. Entonces sí existen (los conflictos) y creo que la mejor fórmula que hemos planteado desde un inicio es sentarnos a escuchar a las asociaciones, a los productores, a los que están organizados y a los que no, a los que luchan por un permiso de pesca a sus más de 69 años, a los que no se han sentido atendidos en los créditos pesqueros, entre otros. Como DIREPRO tenemos que atender y para eso tenemos diversas instituciones aliadas. Las puertas de la DIREPRO están siempre abiertas”, mencionó.
Por su parte, el gerente regional de Desarrollo Económico, Javier Shupingahua, mencionó las tareas que se lleva como representante de la institución para mejorar la gestión pesquera en Loreto. “Una primera tarea que tenemos desde el Gobierno Regional es defender nuestras funciones y competencias que tenemos hasta ahora. En segundo lugar, desde la gerencia a la que está adscrita la DIREPRO, vamos a impulsar un poco más una mayor presencia en las diferentes provincias para acompañar estos procesos (de conflictos) con las comunidades. Para eso vamos a impulsar una cartera de proyectos desde la dirección de la producción y buscar los recursos para que estos se puedan implementar. En tercer lugar, una de las claves del desarrollo pesquero tiene que ver con esta articulación con las comunidades. En ese marco vamos a trabajar para apoyar estas iniciativas (de pesca sostenible) en las cuencas”, indicó.
Cabe destacar que WCS, junto a aliados como USAID, vienen trabajando de la mano con las comunidades, las autoridades y la sociedad civil para promover una gestión de la pesca continental más sostenible, asegurando el recurso y ambientes sanos para las futuras generaciones.