Representantes de los Sistemas de Áreas Protegidas de 8 países de la región, reunidos en Lima entre el 18 y 20 de mayo.
Objetivos comunes requieren esfuerzos conjuntos. Con ello, si el fin es el de gestionar Áreas Naturales Protegidas, mirar más allá de las fronteras geopolíticas puede resultar provechoso para el objetivo conservacionista. Así lo han entendido los representantes de los Sistemas de Áreas Protegidas de ocho países: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Perú. Ellos se reunieron entre el 18 y 20 de mayo en Lima para intercambiar experiencias de gestión y afinar procesos propios durante el taller regional «Efectividad de manejo de áreas protegidas: buscando respuestas a desafíos comunes».
La lección principal que trajo este intercambio de experiencias fue el reconocer que todo ciclo de gestión debe ser concebido bajo un esquema de pasos recurrentes estrechamente relacionados, en lugar de etapas aisladas. Esto es, apuntar a una implementación integrada del ciclo de gestión que permita mejorar la efectividad en el funcionamiento tanto de las áreas protegidas a modo individual, como de éstas dentro de los sistemas de áreas.
El intercambio de experiencias permite un crecimiento institucional conjunto y más eficiente, aprendiendo de los casos gestión adaptativa de otros países.
Por ello, los países participantes vienen ya
trabajando en la dirección del esquema de manejo
adaptativo. El objetivo es que los procesos de gestión no culminen simplemente
en las evaluaciones, sino generen un proceso de reflexión continua para llevar
dichas evaluaciones a correcciones. Esto supondrá mejorar, justamente, esos
mismos procesos, asegurando la consecución de impactos deseados.
Para impulsar y afinar este esquema, los espacios de discusión a nivel regional resultan
fundamentales. Por ello, se acordó recomendar la continuidad de estas reuniones
y poder, de esta manera, seguir intercambiando las diversas metodologías de
trabajo e instrumentos de gestión —así como los procesos de aprendizaje de cada
país— aplicados a lo largo de sus Áreas Protegidas.
La discusión a nivel regional implicará poder replicar o adaptar instrumentos de gestión exitosos de otros Sistemas de Áreas Protegidas.
El objetivo común, al final del día, es el de cumplir con el Plan Estratégico de la Convención de Diversidad Biológica 2011-2020. Éste, en su Meta 11, establece lograr conservar a 2020 el 17% de las zonas terrestres y aguas continentales y el 10% de las zonas marinas y costeras, con énfasis en aquellas de particular importancia para la diversidad biológica y los servicios ecosistémicos. Este objetivo, ciertamente, requiere no sólo de Áreas Protegidas representativas de la biodiversidad y ecosistemas, sino de una gestión eficiente de las mismas.
La gestión adaptativa permite no sólo funcionar bajo esquemas de reacción, sino generar instrumentos de prevención.
El taller se realizó en el marco de Redparques, cuya coordinación regional está a cargo del SERNANP, y fue organizado con el apoyo de WCS Perú y el financiamiento de USAID, Fundación Gordon y Betty Moore, Fundación Margaret A. Cargill y WWF.