- En el Perú, el Estado y la sociedad civil han identificado 13 modalidades de conservación en ecosistemas terrestres y marinos costeros con potencial para ser reportadas como OMEC, administradas por distintos sectores, niveles de gobierno y la sociedad civil.
- Se han evaluado más de 200 áreas de gestión (concesiones de conservación, ecoturismo y áreas de manejo de vicuñas), identificando a más de 45 áreas que están listas para su reporte.

Con miras a fortalecer el rol del Perú en la conservación de la biodiversidad, el día 5 de febrero se llevó a cabo el conversatorio "Oportunidades y desafíos del Perú para aportar a la meta mundial 30x30 a partir de Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en áreas (OMEC) y territorios indígenas", donde líderes del sector ambiental analizaron los avances y retos para aportar a la Meta 3 del Marco Global Kunming-Montreal de Diversidad Biológica.
Las OMEC y los territorios indígenas son clave para la conservación de la biodiversidad fuera de áreas naturales protegidas, al cumplir con criterios de gestión efectiva y sostenida de la biodiversidad. En el Perú, se han evaluado 13 modalidades de conservación en ecosistemas terrestres y marino-costeros con potencial para ser reconocidas como OMEC, administradas por distintos sectores, niveles de gobierno y la sociedad civil.
El conversatorio evidenció la necesidad de asegurar la meta de conservación 30x30, lo cual significa asegurar su contribución a la conservación de la biodiversidad de manera efectiva y real.
Durante el evento, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), mostró el aporte de los territorios indígenas a la meta mundial 30x30 y presentó las principales demandas de los pueblos indígenas para demostrar la conservación y gestión eficaz de sus áreas.
“Es importante asegurarnos de la efectividad de la conservación de cada OMEC, para promover la conservación de la diversidad biológica in situ en el largo plazo”, destacó la Dra. Madhu Rao, Presidenta de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN.

Foto: World Wildlife Fund (WWF)
Sin embargo, aún existen desafíos clave para lograr una implementación efectiva de las OMEC en el Perú. Por un lado, el desafío para los pueblos indígenas está en la necesidad de establecer lineamientos e indicadores que permitan analizar y registrar a las comunidades nativas del Perú para sumar a la meta 30x30.
Durante el panel conformado por representantes de instituciones públicas como MINAM, SERFOR, PRODUCE e INIA, se destacó la necesidad de fortalecer la acción coordinada de los sectores del Estado, niveles de gobierno y sociedad civil para alcanzar la Meta 3; implementar un plan de trabajo específico para OMEC marino costeras con la participación de actores gubernamentales y regionales; consolidar la participación ciudadana, transparencia y rendición de cuentas en los procesos de identificación y gestión de las OMEC, y diseñar estrategias innovadoras para prevenir y mitigar amenazas a la biodiversidad.
Foto: World Wildlife Fund (WWF)
El evento contó con la participación de 21 organizaciones, llevándose a cabo de forma articulada entre Conservación Internacional (CI), The Nature Conservancy (TNC), Wildlife Conservation Society (WCS), la Cooperación Alemana GIZ, World Wildlife Fund (WWF), Amazónicos por la Amazonía (AMPA), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), y Re-Wild. Además, tuvo la presencia especial de la Dra. Madhu Rao, Presidenta de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN, así como de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), representantes del Ministerio del Ambiente (MINAM), Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR), Ministerio de la Producción (PRODUCE) y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).
Con una agenda 30x30 en crecimiento y el respaldo de diversos actores nacionales e internacionales, el Perú tiene la oportunidad de posicionarse como un referente en la conservación basada en áreas. La clave ahora es transformar estos avances en acciones concretas que permitan cumplir con la Meta 3 en el más corto plazo, asegurando que la biodiversidad del país continúe siendo conservada efectivamente para las futuras generaciones.