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Un estudio de WCS ha determinado el buen estado de conservación de las yungas, bosques húmedos y pajonales altoandinos en Puno que forman parte del Paisaje Madidi - Tambopata y son hábitat del oso andino.
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Los resultados del monitoreo implementado en el estudio servirán para fortalecer estrategias de conservación de la biodiversidad a largo plazo en el Perú y la región.
Pro Carnívoros - WCS
Un reciente estudio realizado por Wildlife Conservation Society (WCS) en colaboración con la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad - Pro Carnívoros, ha utilizado al oso andino como indicador para monitorear el estado de conservación de los ecosistemas que habita en el Paisaje Madidi - Tambopata. El estudio se realizó específicamente en la provincia puneña de Sandia, en los distritos de Phara, Patambuco, Sandia, Yanahuaya, Alto Inambari, San Juan del Oro y San Pedro de Putina Punco, los cuales se encuentran entre los 1000 a 4000 m s.n.m. El estudio fue liderado por Emiliana Isasi-Catalá, Especialista de Ciencia de Datos, con la colaboración de otros investigadores de WCS Perú, Pro Carnívoros y personas de la población local.
El Paisaje Madidi-Tambopata se extiende por más de 11 millones de hectáreas desde los Andes peruanos hasta las llanuras del Beni en Bolivia, atravesando la selva tropical, y es considerado una joya binacional por la riqueza biológica y cultural que alberga. En el sector peruano del paisaje (donde se hizo el estudio), se encuentran áreas protegidas como la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene, además de situarse una de las áreas de yungas intactas más importantes de los Andes tropicales. A pesar de este gran valor, este paisaje enfrenta la amenaza creciente de actividades que lo deterioran y ponen en riesgo a la biodiversidad y el bienestar de la población local quechua, aymara, mestiza y a pueblos indígenas como los ese´eja y harakmbut. La tala ilegal, la expansión de las áreas agrícolas a costa de los bosques, las obras de infraestructura mal planificadas y la minería aurífera que deforesta y contamina las fuentes de agua son algunas de estas amenazas.
Ante este escenario, WCS realiza diversas estrategias y acciones para evitar la pérdida de hábitats con el objetivo de conservar los ecosistemas y especies icónicas como el oso andino, cóndor andino, gato andino, jaguar, entre otras. Para conocer la eficacia de estas acciones sobre el Paisaje, se ha implementado el monitoreo del estado de conservación de sus ecorregiones de altura (yungas, bosques húmedos y pajonales altoandinos) a partir del monitoreo periódico de la cobertura vegetal, como parte de su ciclo de gestión efectiva. Sin embargo, monitorear solamente la cobertura vegetal (si se mantiene o se pierde vegetación) no es suficiente para conocer si los ecosistemas siguen siendo saludables y funcionales, es decir, si tienen la capacidad de satisfacer las necesidades para la vida de las especies que lo habitan y siguen brindando los servicios que las personas necesitan. Por este motivo, se decidió incluir al oso andino como especie indicadora de la calidad de los ecosistemas. Al ser una especie con requerimientos especiales, su presencia, ausencia y formas de uso del hábitat puede dar información más precisa sobre el estado de conservación de los ecosistemas y los servicios ambientales que estos brindan.
Pro Carnívoros - WCS
El monitoreo se realizó utilizando modelos de ocupación como herramienta para conocer la probabilidad de ocupación del oso andino y la probabilidad de uso de hábitat. Para ello, se buscó detectar al oso andino en unidades de muestreo definidas mediante registros directos (avistamientos) e indirectos (rastros de comederos, huellas, excrementos, marcas en los árboles, entre otros) que permitieran la identificación inequívoca de la especie. Las unidades de muestreo se dividieron en dos tamaños: 25 cuadrículas de 16 km2 para el monitoreo de la ocupación del oso, y 100 cuadrículas de 1km2 (anidadas dentro de las anteriores) para el monitoreo del uso de hábitat. En total, se logró abarcar más de 2000 km2 del Paisaje en Perú.
Los resultados del estudio han sido alentadores: se determinó que en las ecorregiones de altura del Paisaje Madidi - Tambopata la ocupación o área que ocupa el oso andino es alta y los niveles de uso de hábitat son adecuados para la especie. Estas ecorregiones se encuentran suficientemente bien conservadas y las actividades humanas no constituyen aún una amenaza grave, lo cual permite que poblaciones de especies con requerimientos especiales de territorio, dieta y altamente sensibles a amenazas externas, como las del oso andino, puedan desarrollarse y prosperar si se mantienen o mejoran las condiciones de su hábitat. Sin embargo, no se puede bajar la guardia ya que, sin bien la población de osos es saludable, se encuentra amenazada por la perdida de su hábitat y eso podría incrementar los conflictos con los humanos.
Registros indirectos (señales y rastros) de oso andino obtenidos durante el estudio: rasguño en árbol, restos de ganado atacado por oso, restos de bromelia y heces de oso andino. PRO CARNÍVOROS - WCS.
Como herramienta de gestión, conocer la ocupación y uso de hábitat del oso andino es clave para fortalecer las áreas naturales protegidas administradas a nivel nacional, regional, privadas y otros mecanismos de conservación (OMEC) que se promueven en el paisaje. Para el oso andino, además, estos resultados significan la necesidad de mantener y mejorar el estado de conservación de esta porción de territorio que forma parte de su rango de distribución para asegurar así su conservación a largo plazo.
Se obtuvieron 16 registros de animales que comparten el hábitat del oso andino en el paisaje: puma, tigrillo, zorro, zorrino, achuni, venado cola blanca, taruka, venado, monos, huangana, sajino, picuro, añuje, vizcacha, cóndor andino y gallito de las rocas.
Descarga el estudio completo aquí.