- El estudio publicado en la revista Nature Food, muestra que la sustitución de peces silvestres de río por animales de granja, incrementaría las deficiencias de hierro y limitarían los suministros de ácidos grasos esenciales en la población loretana.
- Además, que actividades acuícolas y de crianza de pollos estarían generando impactos ambientales significativos.
- Autoridades deberían invertir en el manejo sostenible de pesquerías de la región para mejorar la seguridad alimentaria y minimizar el costo ambiental asociado a la producción de comida animal.
En Loreto, la pesca es una actividad fundamental para la seguridad alimentaria. Esta actividad sustenta la dieta del 90% de la población rural y del 70% de la población urbana; pero la notable disminución de peces en medios naturales debido a factores como la sobreexplotación, está generando que la cría de peces y pollos tome mayor relevancia en las regiones amazónicas.
Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Nature Food, demuestra que este reemplazo suministraría menos nutrientes esenciales como el hierro y omega 3 a la población loretana, donde, según datos de la INEI, el 43,3 % de niños y niñas menores de cinco años y el 22.4 % de mujeres en edad reproductiva presentan deficiencias de hierro. Si bien el pollo y la acuicultura satisfacen algunas necesidades nutricionales como la ingesta de proteína y zinc, reemplazarlos en lugar de peces silvestres podría ser una amenaza a la salud humana en una región que ha tenido, persistentemente, altas tasas de desnutrición.
“La Amazonía contiene una alta biodiversidad de peces, que también varían en su calidad nutricional. Esta variación hace que no sean reemplazables por otras fuentes de alimento animal.”, indica Sebastian Heilpern, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Cornell (EE.UU.).
Asimismo, debido a que estas actividades dependen de insumos agrícolas, el estudio también advierte los impactos ambientales que estas actividades generan en la región como emisiones de gases de efecto invernadero, conversión de tierras y la contaminación de cuerpos de agua gracias al enriquecimiento excesivo en nutrientes de los ecosistemas acuáticos (eutrofización).
El análisis realizado por investigadores nacionales e internacionales de diversas instituciones como la Universidad de Cornell, la Universidad de Columbia, WCS Perú, entre otras, demuestra que, entre el 2010 y 2016, la producción de pollo ha incrementado de 19,628 a 32,671 toneladas, mientras que la acuicultura se elevó de 642 a 1,136 toneladas, aprovechando, en su mayoría, solo cuatro especies que conformarían cerca del 98% de la producción: paco, gamitana, boquichico y paiche.
Para garantizar la seguridad alimentaria en la región, Luis Moya, especialista en recursos naturales de Wildlife Conservation Society (WCS Perú) y coautor del estudio, enfatizó que “la acuicultura no es la solución para evitar la disminución del pescado en los ríos. Por un lado, es necesario que las autoridades promuevan políticas que impulsen un manejo sostenible de la pesca artesanal y, por otro lado, se debe asegurar que los ecosistemas acuáticos conserven la productividad y mantengan la diversidad de especies”.
Finalmente, la publicación evidencia que los peces más pequeños presentan mayores propiedades nutritivas que los peces grandes. En ese sentido, los autores sugieren que promover el consumo de peces pequeños puede ser particularmente efectivo para combatir la inseguridad alimentaria debido a su alto valor nutricional, bajo precio, menor impacto ambiental y uso sostenible.
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