- Del 5 al 7 de agosto, se llevaron a cabo en Iquitos dos de las cuatro audiencias públicas establecidas para la cuenca del Amazonas que permitieron al consorcio COHIDRO presentar el Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d) del proyecto Hidrovía Amazónica a la población.
- La facilitación estuvo a cargo del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE).
- Durante las audiencias se evidenció que el EIA-d aún no ha logrado medir el impacto real del dragado sobre las comunidades locales, los ríos y la pesca.
- Acudieron representantes de comunidades nativas y ribereñas, armadores fluviales, marinos mercantes y organizaciones de la sociedad civil, quienes expresaron su malestar por el desconocimiento de la realidad amazónica.
Las audiencias públicas realizadas durante estos días permitieron visibilizar el rechazo contundente de diversos sectores de la población loretana al proyecto Hidrovía Amazónica. Tras la presentación del EIA-d, todavía persiste el desconocimiento sobre cuáles son los beneficios reales del proyecto para las comunidades y la región Loreto en general. La información proporcionada por la concesionaria COHIDRO y ECSA, empresa encargada del estudio, demuestra una falta de claridad técnica y científica del EIA-d al no dar especificaciones claras y transparentes sobre los impactos verdaderos que el proyecto causará a las poblaciones, al río y los bosques.
“No nos informan bien ni son claros sobre lo que va a pasar con nuestros ríos y peces. No sabemos el impacto que habrá en nuestras comunidades, indicó Rubith Tamani Manuyama, representante de la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca. A pesar de que en el EIA-d se reconoce que habrá un descenso en la pesca, calificado como leve, no se han proporcionado datos específicos sobre la pérdida del recurso pesquero en los 20 años que dura el proyecto, ni determinado las medidas de mitigación para este impacto (si las hubiera).
Las comunidades también advirtieron sobre las alteraciones que el dragado puede causar en el mijano o migraciones de peces, pues los representantes de ECSA explicaron que con el Plan Alerta Mijano, propuesto en el EIA-d, el tiempo máximo que se detendrían las dragas para dejar pasar a los peces sería de dos horas, obviando que su tránsito puede durar varios días. “La Hidrovía va afectar al mijano, tendrá impactos en la reproducción de los peces y, por tanto, en nuestra pesca y alimentación. Han hecho un estudio técnico sin considerar a los pueblos indígenas”, afirmó Zoila Merino Roque, representante de ORPIO.
Zoila Merino Roque, representante de ORPIO.
A lo largo de los tres días de audiencia, el público expresó su preocupación por las zonas y cantidad de dragado, las zonas de vertimiento de sedimentos, las afectaciones a la pesca, el tránsito de las canoas, el alza de los pasajes y la carencia de estudios para determinar el impacto de la remoción de los sedimentos contaminados. Asimismo, demandó medidas concretas para no perjudicar a la seguridad alimentaria y el acceso al agua de las comunidades y reclamó la falta de beneficios como salud o educación.
Las organizaciones indígenas regionales fueron muy claras a la hora de manifestar su rechazo a la Hidrovía. “El proyecto no es favorable porque van a malograr los ecosistemas, el hábitat de especies y afectará a las comunidades que viven al borde de los ríos”, afirmó Rolando Panduro, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Río Ampiyacu.
Otra preocupación importante por parte de las comunidades es en relación al impacto que el aumento del oleaje, debido al mayor tránsito fluvial, generaría sobre las riberas, afectando a los cultivos que las comunidades realizan en las playas. En la actualidad, existen experiencias conocidas de pérdidas de cultivo debido al oleaje: “Ahora ya tenemos problemas con el ferry porque afecta a lo que siembran en las playas, como el arroz y la sandía debido a que la oleada de unos 50 y 100m alcanza nuestras playas”, explicó el presidente de FECONA.
Al respecto, representantes de ECSA indicaron que en el EIA-d no se han considerado las afectaciones a las orillas porque los impactos que esto ocasione es competencia del Estado peruano, sin asumir ninguna responsabilidad.
No solo los representantes de las comunidades nativas y ribereñas rechazaron el proyecto, el sector de los armadores fluviales también expresó su desacuerdo. Entre sus reclamos principales están los altos costos que implica el pago del peaje por el uso de la Hidrovía. “No es justo tener que pagar un peaje por navegar en nuestros ríos. La Hidrovía no nos va a dar ningún tipo de beneficio, nos va a traer problemas económicos”, aseguró Carmen Nuñez, Gerente general de la Asociación de Armadores Navieros Fluviales de la región Loreto.
A este sector también les preocupa las afectaciones a las comunidades y al ecosistema. “No estoy de acuerdo con la Hidrovía por dos motivos: El primero, nunca hemos necesitado de un dragado para poder navegar; lo segundo, por el impacto que va recibir la gente que habita en las riberas, son los que van a sufrir todo el costo”, afirmó Francisco Iglesias Vázquez, patrón de la Marina Mercante Fluvial.
Francisco Iglesias Vázquez, patrón de la Marina Mercante Fluvial.
Respecto al dragado de ‘malos pasos’ que se realizará a lo largo de los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas para facilitar el paso a las embarcaciones, el patrón de la Marina añadió que “por experiencia, sé que si dragas al río un día, puede pasar la embarcación, pero al día siguiente se va a volver a llenar de sedimentos”. Por tanto, los ‘malos pasos’ evaluados en el EIA-d podrían ser más de los 13 hasta ahora identificados o haber cambiado su ubicación.
El total de audiencias que se desarrollaran son quince, cuatro de ellas están orientadas específicamente a representantes de los pueblos indígenas y han sido distribuidas en zonas cercanas a los malos pasos de las cuencas del Amazonas, Ucayali, Huallaga y Marañón.